Nuestro cuerpo físico, es un gran mensajero que nos avisa cuando las cosas no están funcionando bien, a nivel emocional, espiritual o energético, es por eso, que resulta importante atender las señales que nos envía.
Cuerpo
Masaje quiropráctico
El masaje quiropráctico. Desde una perspectiva física, este tipo de masaje se enfoca en alinear la columna vertebral y demás articulaciones del cuerpo, lo que permite aliviar las molestias articulares y musculares y al mismo tiempo, mejorar la función del sistema nervioso. Ayuda a aliviar la tensión muscular, mejorar la flexibilidad y reducir el dolor en áreas como el cuello, la espalda y las extremidades.
Los pacientes a menudo experimentan una sensación de relajación profunda y bienestar emocional después de una sesión.
Masaje descontracturante
El masaje descontracturante ofrece una serie de beneficios tanto físicos como emocionales. En el ámbito físico, este tipo de masaje se dirige a liberar las tensiones musculares y nudos que pueden causar molestias y dolor.
Mediante técnicas de presión profunda y amasamiento, se ayuda a relajar los músculos tensos y a mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez puede aliviar la sensación de rigidez y mejorar la flexibilidad.
La sensación de bienestar que se experimenta durante y después del masaje puede contribuir a un mayor equilibrio emocional y una mayor sensación de calma.
Masaje sensitivo
El masaje sensitivo Especialmente pensado para tener una conexión con las emociones y las sensaciones en todo tu cuerpo, con este masaje, se emplean aceites aromáticos pensados en ofrecer una experiencia de conexión con cada parte del cuerpo; es un viaje que te permite descubrir y reencontrarte con tus propias sensaciones, mediante un suave masaje de movimientos largos y pausados.
Este masaje te permite centrar tu atención en el momento presente al reconocer cada una de las sensaciones que promueven la relajación general del cuerpo.